lunes, mayo 08, 2006

Una broma

En este enlace podemos leer una curiosa noticia, que en este caso y afortunadamente nada tiene que ver con el asunto de las mochilas que tanto le gusta a El Mundo aunque eso sí, con un estilo más suave y menos bovino que el de Jiménez Losantos.

Resulta que según el artículo, y conviene recalcar eso porque la prensa ya nos tiene acostumbrados a sus particulares tintes rosas, muchos casos ovni son debidos a la existencia de plasmas aerodinámicos cuya interacción puede provocar la ilusión de naves de formas triangulares. Como poseen carga eléctrica, cambian rápidamente de color y forma sobre todo si reciben energía por parte del ufólogo, suponemos que de algún radar casero o aparato similar. Los campos electromagnéticos consecuentes con la movilidad de esas cargas eléctricas, pueden producir alteraciones en los lóbulos temporales del cerebro ("celebro", que diría Carlos Jesús, al que tuve el dudoso placer de conocer personalmente).

Como los autores de dicho estudio son buenas personas, comprensivas más que ZP, han llegado a la conclusión de que los que ven ovnis no son necesariamente locos, sino gente normal y corriente que una vez que han sufrido alteración en los lóbulos temporales y por ello falsas impresiones muy vivas, terminan padeciendo una retención de memoria ampliada. Que alguien me explique qué demonios quiere decir todo ésto.

Resumiendo, que un día vas conduciendo por la Calle Ancha de tu ciudad (que siempre parece ser la más grande y principal) y te apetece sacar un radar militar de bolsillo de esos que regalan en los paquetes de patatas, estacionas en doble fila y lo sacas. En este acto de lo más mundano, corriente y natural dada la naturaleza humana, aportas energía a dios sabe qué plasmas y los haces reaccionar hasta tal punto que toman forma triangular y cambian de color. Toda esta parafernalia afecta a tus lóbulos temporales alterando tu percepción y, al día siguiente, te dedicas a dar conferencias sobre UMMO, Raticulín y otras hierbas, como diría Martín Fragoso en su blog.

Son curiosas las estupideces en las que se gastan el dinero público las administraciones públicas. En Reino Unido se dedican a los plasmas, en España a entrevistar a miles de personas para concluir que aquí lo que mola mazo es el sábado, sabadete, polvete y además en la cama de toda la vida (o en otra ajena). En USA gustan más de debatir si es cerrín o plomo el elemento craneal predominante de su presidente, y en Canadá supongo que debatirán asuntos como el de la idoneidad o no del uso de esas horrorosas camisas a cuadros por parte de los leñadores.

Me ciño de nuevo al tema. Los mentirosos, la gente que confunde lo que ve o aquellos que dicen la verdad aunque ignoran realmente qué es lo que vieron parecen no contar para el estudio, o al menos es lo que parece mostrarnos El Mundo, que no obstante es menos de fiar que Lorena Bobbit un sabadete. Una excusa más para que algunos puedan reírse, con toda la razón del mundo, de estos ridículos intentos desmitificadores los cuales no hay por dónde agarrarlos. ¿Quién quiere enemigos con amigos así?.

A gastar dinero, aunque sea a costa de hacer el ridículo, y el tema es libre.