En la siguiente entrada, y sucesivas, me van a permitir mis escasos lectores que les aburra soberanamente con un repaso a la filosofía del Grupo Elron. Es tanta la información y tantísimas las estupideces insertas en sus textos que esta labor me va a tener ocupado largo tiempo, algo de lo que me alegro ya que últimamente no actualizaba demasiado el blog. Uno habla de algo aquí, otro acá, otro allá, y así tal y como dice el refrán “un solo grano no hace el granero pero ayuda al compañero”. Espero que mi mucho más que humilde aportación al mundo escéptico sirva para configurar ese gran abanico temático que poco a poco se está construyendo gracias a la labor de cada vez más personas que al fin se deciden a exponer sus ideas y trabajos a disposición de los demás.
Desde que leí sobre los esfuerzos del centollo de Olguín por incordiar a los escépticos, que según él somos enfermos mentales, me convencí de que este tipo lo que necesita es que quienes aún mantienen la duda de si lo que dice es producto del uso y abuso del LSD o bien una cierta realidad, tengan a mano una alternativa de acceso a un recorrido por los puntos más recalcitrantes de su filosofía. Filosofía por otra parte que Olguín vende al módico precio de 22 euros en papel, “con artículos inéditos y nueve sesiones de mediumnidad completas. Tiene una tercera parte y casi cien páginas más que la versión de Internet”. Esperamos que en breve Jorge Olguín se decida a incluir en la versión gratuita y electrónica esa información de más, de lo contrario tendré que pensar que no es más que un mercader de la charlatanería (de hecho, ya lo pienso, y no soy el único). ¿Para qué vender un producto que puede distribuirse a muchísima más gente, vía internet?. Para ganar pasta, obviamente, como ya viene haciendo cuando cobra más de 30.000 pesetas por ese circo que él denomina sesión mediúmnica.
Espero que sirva del algo, ya que no todo el mundo se ha leído ese aberrante directorio de tronchantes argumentos que Olguín pone a disposición de sus lectores en sus páginas webs acerca de los más variopintos temas.
Empiezo, aunque algunos párrafos bien pudieran parecer copias de mi anterior entrada.
JERARQUÍAS
Una constante entre estas entidades es el uso de la H intercalada en sus nombres. Así, Olguín sería JoHnakán Ur-El, la entidad de más elevado grado espiritual de todas las encarnadas actualmente. Igualmente encontramos a BuddHa, etc… Es raro que tengan nombres las entidades energéticas, que podrían llamarse entre ellas sin necesidad de tener que pronunciar los mismos y sin la ayuda de la telefonía móvil o el omnipresente Messenger. Bastaría una vibración, algo así como una comunicación Wifi, algo a todas luces posible entre seres de esa composición.
Olguín dio en su día un paseo espacial con el mismísimo dios, en el transcurso del cual vio cosas lógicamente fascinantes. Nadie jamás había logrado tal hazaña, con lo cual es evidente la predilección del creador por este tipo, más teniendo en cuenta que es el Alma Gemela del mismísimo Jesús. Dios en persona le revelaría, en su día, que las entidades que interaccionan en el plano físico deben atenerse a sus reglas, por lo cual como ya dijimos anteriormente él debe cobrar más de 30.000 de las antiguas pesetas por sus sesiones mediúmicas individualizadas con objeto de subsistir, en el transcurso de las cuales revela a sus incautos visitantes informaciones tan valiosas como quién es el ángel de la guarda que los custodia. De las palabras de Olguín, como ya expresé en la anterior entrada, se desprende que si el mismísimo Jesús viviese en estos tiempos se ganaría el pan dando conferencias o cobrando por sus “milagros”.
Jesús, por cierto, es el Logos Solar, y Cristo el Logos Dimensional, es decir, que este último es espíritu divino y está por encima de la persona que supuestamente caminó por nuestro planeta hace 2.000 años. Como tenía acceso a la energía crística, podía extraer de universos paralelos alimentos, objetos etc… y fue justo lo que hizo para convertir el agua en vino o para multiplicar los panes y peces: traer pescaíto frito y pan para la peña desde un universo paralelo, en el cual supongo yo que aquel cristo el milagro que hizo fue el de la “desaparición de los panes y los peces”. A buen seguro lo mataron antes de cumplir los 33.
Cuando caminó sobre las aguas, lo que hizo fue un “truco” consistente en reducir al máximo su peso específico para evitar hundirse. Sin embargo, no hubo viento alguno que se lo llevase volando como si fuese una plumilla que es precisamente lo que se le ve a Olguín, que aunque insiste en que los milagros no existen y que todos los hechos de Jesús son sucesos extraordinarios explicables científicamente, llega a afirmar que la cura de leprosos y otros enfermos las realizaba Jesús sacando energía crística, lo que a todas luces es… otro milagro.
Lo de Lázaro, que llevaba varios días muerto, fue mentira tal y como se lo comunicaron a Olguín tanto Jesús como Ron Hubbard, que acuden a su salita a tomar el té los martes por la tarde. Pero agárrense: para no tirar por tierra el asunto de la resurrección, Olguín se inventa una “primicia” que él mismo dicta al espíritu de Ron Hubbard que a su vez responde a sus mismas preguntas (¡una paradoja!). Esta primicia no es otra que el cerebro de Jesús no estaba muerto y pudo resucitar dado que como había entrado en contacto con los extraterrestres durante el episodio de la transfiguración, había estado expuesto a la radioactividad y se operaron algunos cambios en su cuerpo. No se le cayó la larga melena, no, ni los dientes, no, ni vomitó sangre. Simplemente obtuvo la capacidad de aguantar más tiempo en estado cercano a la muerte cerebral, pero sin cruzar esa línea. La radioactividad del Arca de la Alianza y la de Jesús era bien rara, oye, como podrán comprobar más abajo.
A pesar de que Jesús y Ron Hubbard afirman que Lázaro no resucitó, al poco llega el mismísimo Dios a contradecirlos hablando de la “resurrección” con todas las letras, y afirmando que él mismo permitió y el asunto y dio vía libre a Cristo para que prestase su energía a Jesús.
Jesús tenía, además, un gen especial que le permitía obrar estos milagros no milagrosos, al igual que Olguín, que habría resucitado a su propio padre. Murió Jesús, resucitó más radiactivo que un moco de un operario de la central de Cofrentes y se lo llevaron al planeta Fulgor 5, donde realizaría una misión de tipo parecido a la terrestre. Luego sus restos fueron devueltos a nuestra querida tierra donde fueron enterrados, en algún lugar de su ciudad natal, él, su gen extra y su peso específico.
Aunque Olguín constantemente cita a la Biblia, la desmenuza con poco arte y estilo y la pasa por su tamiz hippie incorporándola a su misteriosa filosofía, y llega a decir de ella que “no es la palabra de Dios, sino la de los hombres mediocres e ignorantes que la escribieron”. Razonamiento que comparto hasta la primera coma, pero yo luego no acudo al libro de los libros para apoyarme en él.
EXTRATERRESTRES
Los hay buenos y malos, feos y guapos, militaristas y científicos. La nomenclatura de Elron es infantilmente directa, a juzgar por los nombres de los planetas: Aldebrán 4 (donde asegura Olguín que hay dragones que escupen flama), Romulus 1, 2, 3, 4 y 5 (los dos últimos, donde llevaron a Hitler y Eva Braun tras abducirlos, y a él lo nombraron Ministro de Guerra), Antares 1,2, 3 y 4, etc…
Quizá la especie que más haya influido en el pensamiento humano haya sido la de los “Ha”, procedentes de Vega V, a unos 25 años luz aproximadamente, que se harían pasar por Jehová. Al margen de la cuestión de que Olguín, con toda su sabiduría, escribe y pronuncia mal el nombre original del dios hebreo, hace un juego de palabras que voy a explicarles a los lectores. El nombre de esa raza, “los Ha”, nació en la calenturienta mente de este papanatas el día que leyó por casualidad algo sobre la Biblia en su lengua original. “HaShem”, escribámoslo y leámoslo así para evitar guiones y otros signos raros en la transliteración, viene a ser “El Nombre”, una alusión al de la máxima deidad que por respeto y temor evitaba pronunciarse por parte de los judíos.
Eran un pueblo terrible y tenían una nave espacial que fue descrita como la famosa “columna” de fuego y nube que guiaría a los israelitas por el desierto en aquel largo y tortuoso… relato. La “Gloria de Jehová” era la parte inferior de la nave espacial, donde alojaba sus motores y el sistema de propulsión, de modo que cuando se ponía sobre la tienda Moisés no podía acceder a ella, pero si se ponía de costado no había peligro de quemarse. Curioso que una nave espacial utilizase un sistema de propulsión similar al nuestro, es decir, basado en la expulsión de algún tipo de propelente. Cuesta imaginar que un artefacto así pudiese viajar entre la tierra y una estrella situada a unos 25 años luz.
Eran 300 y disponían de cuatro naves pequeñas y otra mayor que estaba tras la luna, dios sabrá por qué ya que en aquella época nadie podía detectarlos en órbita a nuestro planeta. Destruyeron Sodoma y Gomorra con armas atómicas de 10 y 20 kilotones, como las de Hiroshima y Nagasaki. El relato de la mujer de Lot tiene su explicación, según Olguín, en que se quedó rezagada y acabó pulverizada por la onda expansiva. Debió quedarse rezagada algunos kilómetros, ¿es que nadie se dio cuenta de ello?.
Uno de sus inventos era el Arca de la Alianza, una “máquina radiactiva” que generaba alimentos y que mató por accidente a muchos israelitas. Lo raro es que no los matasen los tomates y las lentejas sacadas de un aparato radiactivo, cuya ingesta vendría a ser algo así como zamparse una berenjena cultivada en las tierras situadas tras la valla de la central de Chernobil.
También fueron responsables del asunto de la Bruja de Blair, ya que contactaron a la médium que atraía niños que los Ha necesitaban para extraerles la sangre y practicar experimentos.
Y es que los extraterrestres abducen a gente para realizar experimentos genéticos, principalmente los de Espiga 4, ya que sus varones se están quedando estériles y buscan gente adecuada y compatible. Este mendrugo de Olguín, no obstante, ignora las remotas posibilidades que existen para que dos ADNs puedan serlo entre sí, en función del ciclo evolutivo que sufren las criaturas del señor. Los seres de Espiga 4 llegan a la Tierra, viajando desde su planeta situado a 260 años luz, en apenas unas horas. ¿Te gusta conducir?.
No obstante lo anterior, no es oro todo lo que reluce. La abducción de Betty y Barnie Hill, por ejemplo, no fue instigada por los espigados éstos, sino que fue un complot militar humano de mano de quienes pretendían sacarle información a Barnie, que era un experto en ovnis y pertenecía a un grupo secreto. La nave espacial era en realidad un helicóptero, a bordo del cual había algunos aliens de los que colaboran con los humanos en el Área 51.
Sacando este tema a colación, la mencionada base norteamericana donde se guardan y custodian ingentes cantidades de desechos radiactivos es para Olguín un reducto de 1.800 alienígenas grises, negros (estos últimos provenientes de Albex, una estrella situada a 1.000 años luz) y otros que son predadores con los colmillos apuntándote la sien por si te descuidas y te zampan como una vulgar tarta de queso. Estos elementos, junto con otras cuatro especies hasta conformar un plantel de 7, colaboran con USA y Rusia en bases repartidas por ambos países y alguno más como Puerto Rico. Una de estas especies son los Langar, animales de la “constelación” de Arturo, ignorando obviamente Olguín que una constelación es una agrupación visual, y no real, de estrellas. Es como ver cuatro bloques de edificios uno tras otro pero pertenecientes a barrios distintos, sin relación entre sí, y cuya agrupación se hace por necesidades de observación desde un ángulo concreto (la tierra). Otra son los Antheanos de Anthea 4 (nuevamente la H intercalada, y con numeración anexa), que fueron los que se estrellaron en Roswell porque sufrieron un ataque de una nave espacial de Orión 3 que los venía persiguiendo desde allende el espacio galáctico. Uno sobrevivió y la famosa autopsia que pasó por las televisiones de medio mundo sería real según Olguín, a pesar que se ha demostrado el fraude antes y más ahora tras confesar su autor (del staff de "Charlie y la Fábrica de Chocolate") que no sólo diseñó el muñeco sino que se puso el “mono” de extraño cirujano anti-radiactivo. La autopsia, por cierto, se hizo cuando el extraterrestre aún vivía, menuda crueldad.
En el apartado tecnológico más avanzado, los extraterrestres viajan en naves que toman su energía de la antimateria, que les sirve para crear un campo de repulsión gravitatoria gracias a la existencia del “micronómetro”, que según Olguín es un artilugio compuesto por algo “como ruedecitas que van girando dejando pasar la antimateria”. Toda una descripción de proyecto de fin de carrera, digna de un Nobel también. Lo mismo sucede con un material elaborado en la tierra y del cual están hechos los helicópteros negros del ejército, “duraluminio”, que a pesar de su nombre está hecho de una aleación de acero y plástico.
Algunos extraterrestres, por otra parte, se desplazarían del aire a tierra firme desde sus naves gracias a la teletransportación al más puro estilo Star Trek, aunque determinadas razas tienen vedado el acceso gracias a un escudo construido por los Estados Unidos en colaboración con los 1.800 bichos del Área 51. En la antigüedad, llegaron a usar el Stargate de las Pirámides de Egipto, un dispositivo tipo agujero de gusano para regresar a sus planetas de origen. Sus autores: los extraterrestres de Orión 3.
Ya que tocamos Egipto, no vamos a hacer menos con otras culturas. El “astronauta de Palenque” es para Olguín la auténtica representación de un extraterrestre, ya que éstos llegaron al continente americano con diversos propósitos, como por ejemplo La Serpiente Emplumada o Quetzalcóalt que no era más que un alienígena que se disfrazaba así para impresionar a los indígenas. Las Piedras de Ica, por su parte, eran cuadernos escolares extraterrestres, que preferían la roca en vez de un nanodisco duro e incluso el papel para evitar conflictos de interferencia en el desarrollo de los nativos, y que fueron grabadas hacia el 400 dC aproximadamente por una raza alta, rubia y de ojos claros que procedía de Arbel 4 (una estrella junto a Arcturo) y que estuvieron allí hasta más o menos el 1.600 dne (“de nuestra era”, como diría quizá más acertadamente Mauricio Schwarz).
Los arbelanos habrían llegado en número de 100 a 130 en varias “naves madre”, que debían ser muy pero que muy pequeñas para transportar a tan poca gente. La cuestión es que se fueron hacia el siglo XVII al llegarles una orden de su gobierno con miras a no interferir en el desarrollo humano, dado que los europeos ya estaban realizando sus viajes de colonización. Se comunicaban por “transmisiones subespaciales”, nuevamente como en Star Trek, serie que seguramente ha visto y a poco nos contará que los vulcanos, incluida la exuberante Jolene Blalock, existen realmente y que él mismo ha tenido contacto íntimo con ella.
Las piedras de Ica, también y para nuestra desesperación, eran radiactivas, con lo que no se explica por qué demonios no murió la gente a las que se las dejaron. Tampoco cuadra el que Olguín mantenga que en un principio los extraterrestres pensasen en entregarles algo en material “indestructible, como los CD de ahora”. Serán los suyos, porque los míos duran apenas un par de años.
Por otro lado, también existen en nuestro mundo las sirenas y tritones, que son extraterrestres del planeta Sea, a 85 años luz de nosotros, como también a lo largo de la historia hemos disfrutado de la presencia de otros seres anfibios de Braco. Sirenas y tritones suman unos 1.000 ejemplares en la Tierra actualmente.
Dado que tocamos varios temas de leyenda, no dejaremos pasar el asunto de la Isla de Pascua y sus mohais. Éstos habrían sido realizados por una egocéntrica raza alienígena con sede en un planeta a decenas de años luz de la Tierra. Al final se enfrentaron con la otra raza (respectivamente, Kabecs y Dorms) y se marcharon dejando sólos a los indígenas.
ASTRONOMÍA Y CIENCIA
La filosofía astronómica de Elron es compleja y, cómo no, ridícula también. Afirman que existe vida en Marte y Ganímedes, satélite de Júpiter, algo que ya se ha comprobado incierto. No obstante Olguín insiste en que los habitantes del planeta rojo viven en cavernas, a pesar de que poseen naves espaciales, y que pronto emigrarán a otro astro temiendo la llegada de los terrícolas. Quedan 2 millones de ellos, diezmados como están por las enfermedades, que se habrán mudado en su día y por lo tanto nunca se podrá demostrar que Olguín miente.
Seres de Orión 3, los constructores de las pirámides y su stargate particular, dejaron también en Marte la famosa Cara. Olguín acusa de “falta de sentido común” a los investigadores y afirma que es normal que el falso rostro marciano parezca una meseta, ya que ha sido erosionada durante 50.000 años. Se olvida Jorgito de que cuando hablamos de “cara”, nos referimos a aquello que lo parece en las primeras fotografías y que gracias al juego de luces y baja resolución de las cámaras se asemeja a ello justamente.
En ¡Venus!, donde las sondas humanas han terminado aplastadas debido a su tremenda presión atmosférica, también existiría vida pero en forma de bacterias, no así en Titán, donde hay humanoides acuáticos con agallas como los peces, que viven en los mares y bajo los cuales construyen edificios gracias a que su inteligencia es superior a la del delfín. Son de sangre fría para poder soportar las bajísimas temperaturas del satélite saturnino.
A todo este desmadre hay que añadir que el Grupo Elron afirma que predijo la existencia del décimo planeta y del agujero negro masivo del centro de nuestra galaxia, algo que por supuesto es un rollo que se marca Olguín, al que se le escapó el detalle de que además del 10º planeta, se han encontrado otros cuerpos más y se espera que puedan existir más de una docena de tamaño similar o superior a Plutón. De igual forma, las teorías en torno a la presencia de agujeros negros en los centros de muchas galaxias son bastante anteriores a las alucinaciones de Elron.
Otras de las gamberradas intelectuales de Jorge Olguín es, por ejemplo, decir que el gran Stephen Hawking, una de las mentes más privilegiadas de nuestro tiempo, “decidió nacer minusválido con el fin de concentrar todo su pensamiento a la misión que se había propuesto, el desarrollo de la teoría del Big Bang.”. Cualquiera que haya leído su biografía, y me cuento entre los que disfrutaron con su experiencia como graffitero, sabe que Hawking no nació minusválido y que su estado de salud es producto de una enfermedad degenerativa cuyos efectos comenzaron a manifestarse más severamente a edad ya adulta.
El thetán de Roger Penrose, colaborador puntual de Hawking, se habría puesto en contacto con el Grupo Elron en varias ocasiones para aclarar los “errores” en los que habrían incurrido Hawking y él, tal y como Ron Hubbard, el capullo fundador de la Cienciología, hace a menudo con Olguín para dictarle las barrabasadas a que nos tiene acostumbrados. Como dije, los que contactan a este monosabio son los “thetanes”, con H intercalada, de esas almas, es decir, el 90% de ellas.
Según se desprende de los mensajes mediúmnicos, el Universo es un constante Big-Crunch, concepto que ya expliqué en mi anterior entrada, es decir, que se expande y se contrae creando así ciclos contínuos.
Olguín acude a la historia de los instrumentos utilizados por el hombre para detectar y crear un mapa de la radiación de fondo de microondas, y pone en boca de Penrose cosas como que “han pasado más de 15.000 años desde la Creación”, cuando la realidad es que los resultados experimentales hablan de tan sólo 13.700 millones. La diferencia no es sutil, y menos para un espíritu que debe saber y mucho del tema, teniendo en cuenta que habla de él. Igualmente, el gran final del Ciclo en el que estamos inmersos tendría lugar según Penrose “dentro de 15 o 20 mil millones de años”, para inaugurar otro de 30 o 40.000 millones y así sucesivamente, a la vez en 22 universos paralelos y existiendo 22 big crunchs simultáneos. En otras secciones de la web, Ron Hubbard contradice a Penrose al afirmar que esto sucedería “dentro de 25.000 millones de años”, que son 5.000 millones de años más de los que cuenta Penrose. Las tonterías sobre las 22 dimensiones y universos las saca Olguín, a su manera, de la Teoría de las Supercuerdas, claro que luego las pasa por un filtro que a juzgar por el resultado debe estar hecho de LSD o alguna otra sustancia similar.
La existencia de estos universos paralelos sería, por ejemplo, la causa de la existencia de la Isla de San Borondón, un islote de unos 24 kilómetros cuadrados que existió hace unos 5.000 años en la “desembocadura” del Mar Mediterráneo. Ahora me entero yo que los mares también desembocan, pensaba que sólo lo hacían los ríos y lagos. Desapareció por la actividad volcánica y sus habitantes hablaban una lengua parecida al castellano, lo que me jode mucho ya que también en este caso pensaba que el latín y sus derivados no existían ni por aproximación hace la friolera de 7.000 años.
Retomando nuestro rumbo y siguiendo con nuestro desconocido Penrose (por las cosas que dice), éste habla de una civilización que existió en las Pléyades hace unos 5.000 millones de años, cuando todos sabemos que esa región del inmenso espacio es relativamente joven, del orden de los 100 millones de años. Había dinosaurios en la tierra cuando aún ni existían.
Otros asuntos con los cuales Olguín molesta al ocioso espíritu de Ron Hubbard en su descanso en el Valle de los Tontainas, son tan banales como la cuestión de si en un bosque un árbol que cae hace ruido aunque nadie lo oiga. Este tío es como si abusase de la marihuana y luego se pusiese a escribir de lo primero que pasa por su ya maltrecha y enfermiza mente.
IDEOLOGÍA MORAL
Olguín ha cambiado de opinión con más rapidez que Tamayo y Sáez de chaqueta. Por ejemplo, si bien hace año y medio en sus otras webs en Lycos (que les borraron al incumplir el reglamento de no abusar de espacios gratuitos) mantenía en torno a la homosexualidad que “los agujeros de salida no lo son para entrada” (interprete el lector), ahora firma que “Tan lícito es obtener placer a través de la heterosexualidad como por medio de la homosexualidad o la bisexualidad. Sólo las mentes tortuosas pueden ver algo repudiable en aquello que sólo constituye uno de los tantos buenos placeres de la vida. ¡Y pesar que todo partió del burdo error de considerar que el sexo es solamente para procrear…!”. De ese modo, se autodefine a sí mismo, una criatura superior, como portador de una “mente tortuosa”, pues. Pero no sólo eso, sino que se desmadra como un hipócrita consintiendo la relación con travestis e incluso el voyeurismo. Tampoco para él el sexo fuera del matrimonio tiene nada de malo.
Prácticas que allá cada uno con lo que haga, ya que yo sólo quiero referirme a la veleta que es Olguín.
Por ejemplo, en esta dirección hablan del inexistente avión del ataque al Pentágono. Según ellos fue abducido por extraterrestres que estaban muriendo y necesitaban a dos científicos expertos en ADN que iban a bordo. Estos seres procedían de Bellatrix 4 y, lógicamente, realizaban viajes en el tiempo por lo cual sabían de antemano lo que tramaba Bin Laden aún estando a 500 años luz de nuestro planeta. Resumiendo, en realidad fue un misil el que impactó contra el edificio del gobierno, algo que acaba de quedar refutado y todos hemos visto en Tv. A ver qué responde Olguín, que se hace la picha un lío en la web y dice primero que chocó el avión pero que los tripulantes fueron abducidos desde un universo alterno creado por los alienígenas, y luego que fue un misil.
Este individuo, si es que llega a eso, domina el arte de la autopromoción y sus webs están repletas de citas famosas mezcladas con las suyas propias; tiras de imágenes que siempre desembocan en la suya, por cierto, horrible. Personaliza al extremo toda la parafernalia que lo rodea, algo lógico si tenemos en cuenta que su método de trabajo es similar al de los reverendos alcohólicos que aparecen en las películas, donde vende un material y saca la pasta por la cara a todo ingenuo que ose interesarse por su ángel de la guarda. No lo digo yo, lo dice él, lo admite públicamente que cobra por ello.
En lo referente al comportamiento de Olguín y su supuesta compañía, éstos alegan que en su filosofía lo que vemos es lo que hay, y quien se atreva a criticarlo debe proponer otras alternativas y no negarlo porque sí. Literalmente, en su web dicen “Muchos consultantes actúan como gallos, haciendo mucho aspaviento pero sin nunca poner un huevo”. Sobra decir que los gallos no ponen huevos, para eso están las gallinas; caso aparte, con esta sentencia dejan clara su actitud: “Si cacareas pon un huevo, de lo contrario cierra el pico”. Imaginen que en una conversación sobre fútbol alguien afirma que en el último partido venció tal equipo y ustedes han oído justo lo contrario por tv, pero no recuerdan el resultado. Como no consiguen rememorarlo, no es posible la réplica al contertulio que evidentemente está completamente equivocado. “Cuando se tienen los datos, las pruebas sobran; quién exige pruebas no es más que un tonto”, llegan a afirmar.
Igualmente mantienen que quienes les piden prueba sólo buscan ahorrarse el esfuerzo de estudiar. Pero obviamente, Olguín tampoco estudia, puesto que según él recibe comunicaciones mediúmnicas. “Para saber algo con certeza o aproximación a la certeza, en su caso, hay que estudiar, investigar, comparar, evaluar, quemarse las pestañas, para utilizar una expresión vulgar”. Sin embargo, por otro lado no dejan a nadie que los estudie, investigue, compare y evalúe, puesto que ellos tienen los datos y no hacen falta pruebas. Los que los critican son tachados de “cretinos”, literalmente.
El Grupo Elron afirma que se maneja sobre la base de la doctrina del “Dato estable”, que no es más que la no necesidad de tener certeza absoluta de todos los datos, sino que basta con que disipen la confusión, “algo que puede lograr incluso un dato falso”. “Y si en el futuro apareciesen mejores explicaciones”, tan sólo basta con “dejar de lado esas enseñanzas provisorias y aceptar las nuevas y seguir adelante”. Sí señor, como Tamayo y Sáez, ya lo dije.
ACOMETIDAS CONTRA EL ESCEPTICISMO
Como ante tanta gilipollez le han salido algunos enanos, el Grupo Elron se despacha a gusto con todo aquel que ose llevarle la contraria, especialmente contra los escépticos organizados o no. Así, ni el blog de Gámez (“Magonia”) ni la web de Agostinelli (“Dios!”), ni el Círculo Escéptico, ni ARP, ni otros de menos notoriedad se han salvado de las despectivas actitudes de estos locos.
“¿Cómo se puede criticar a los Maestros de la Luz sin ni siquiera asistir a una sesión de contacto telepático con ellos?”, argumentan. Sinceramente, supongo que la razón de ello es que pasan de gastarse más de 30.000 pelúas para verle esa jeta del malo de poltergeist que tiene. Dinero del que él es consciente que cuesta desprenderse estando la vida como está, pero justifica el desembolso con argumento del tipo “el que no es capaz de hacer un sacrificio así él sabrá la razón. ¿Por qué debo yo cobrar menos de lo que me cuesta mantenerme y mantener a los que están bajo mi tutela?”.
Normalmente lanzan sibilinas amenazas relativas al futuro del karma del escéptico de turno, no queriendo “estar en su pellejo cuando desencarne”, o del tipo “con la medida que juzguéis seréis juzgados”. En otros casos, incluso se permiten el lujo de agobiar con emails a webs como la de Escépticos de Colombia, creando varias cuentas y simulando ser personas distintas aún a pesar de ser identificados por sus IP. Todo esto lo hace Horacio Velmont.
Después de ello, se desahoga con Hernán Toro afirmando que éste bien pudo haber metido los mails en la categoría de Spam (con lo que reconoce que anduvo jodiendo por ahí…), y parece que Toro tiene más culpa que ellos de que incumpliesen las normas de Lycos en lo que a hosting se refiere. Sobra decir que el webmaster de Escépticos de Colombia les avisó de lo que iba a hacer si proseguían con su actitud.
“Para demostrar que el Grupo Elron” –afirman en su web- “no actúa como los escépticos, sino todo lo contrario, no sólo no solicitamos a ningún servidor que los elimine de la Red, sino que incluso les hacemos propaganda…”, pero olvidan que a Escépticos de Colombia no se les puede borrar puesto que no infringen ninguna norma.
Estas tonterías las dice Olguín en su web en un apartado especial titulado “Refutación a Hernán Toro”, aunque si lo leen verán que no refuta nada en concreto sino que simplemente se dedica a escupir las mismas gilipolleces de siempre sobre las piedras del cielo, el avión que no podía volar etcétera. Igual hace con la segunda parte, donde habla de Sagan, Randhi y un levitador sin referirse a Hernán Toro para nada, ni llevarle la contraria.
FIN POR HOY
Termino esta entrada por hoy, esperando que los que no conocían a fondo al Grupo Elron se hayan hecho una mejor idea de sus ideales. Próximamente más.